las tortugas mas lindas

las tortugas mas lindas

martes, 8 de febrero de 2011

como se reproducen las tortugas

El periodo de reproducción de las tortugas: los primeros cortejos se observan en otoño, normalmente en el mes de octubre, aunque en algunos años de otoños muy secos, el periodo de actividad otoñal es muy reducido o casi nulo. El principal período de actividad sexual se inicia a finales de invierno, manteniéndose durante casi toda la primavera desde febrero hasta mayo. Se vuelven a observar cortejos tras la estivación, en los primeros días de temperaturas suaves.
A partir de marzo se puede apreciar, a través de radiografías, que las hembras ya están desarrollando sus primeros huevos. Realizan las puestas más tempranas a principios de abril y las últimas se producen a finales de Junio. La incubación de los huevos continúa durante el verano, naciendo las primeras crías en el mes de Agosto y las que proceden de las últimas puestas durante el mes de septiembre.

martes, 1 de febrero de 2011

CUIDADOS BASICOS – TORTUGAS ACUÁTICAS

Las tortugas pueden ser mascotas interesantes. Sin embargo, son pocos los que se dan cuenta de que es necesario darles mucha atención para que se mantengan sanas. Las tortugas, como todas las mascotas, pueden ser portadoras de enfermedades. Por lo tanto sus dueños deben lavarse las manos después de tocarlas, y los niños pequeños no deben estar autorizados a tocarlas – ni a otros animales pequeños, si no hay un adulto que los supervise.

ALBERGUE:
Lo ideal para su mascota es un ambiente lo más parecido al natural que le sea posible. Las tortugas pueden llegar a un buen tamaño cuando son atendidas adecuadamente y se les da suficiente espacio para nadar. Una pecera grande calefaccionada, equipada con una zona profunda donde nadar y una piedra o superficie sobre la cual la tortuga se pueda salir totalmente del agua, le brindan un ambiente interior adecuado. Para algunas tortugas bebé es mejor criarlas con agua muy poco profunda, y una zona un poco más profunda para comer. En los climas cálidos, o durante el verano, las tortugas se pueden tener afuera en estanques o albercas plásticas con islas construidas con piedras o material flotante como troncos o tablas de corcho sobre la cual pueden asolearse. En el caso de tortugas más pequeñas, asegúrese de cubrir el estanque con una malla para que no accedan pájaros, gatos, perros, etc. NUNCA deje las tortugas afuera en una pecera de vidrio ya que el vidrio se calienta con demasiada rapidez, haciendo que el agua se vuelva muy caliente. La alberca o estanque debe tener además sombra parcial. Se puede colocar una tabla cubriendo parcialmente el estanque para dar la sombra necesaria. Debe desarmar y refregar todo a fondo de vez en cuando para evitar la reproducción de microorganismos  que pueden causar enfermedades. Coloque en el agua un bloque de calcio fabricado de yeso o comprado en la tienda de mascotas.

CALEFACCION:
Tiene que proveer una fuente de calor, que puede ser un calefactor de acuario, o la misma luz. Hay calefactores sumergibles que pueden ser utilizados en agua menos profunda que la de un acuario común. La temperatura se debe mantener entre 24ºC y 30ºC. Por encima de la zona destinada al asoleo coloque la farola para la iluminación y para dar calor durante el día. Apáguela durante la noche para simular los ciclos de día y noche de la naturaleza.

LUZ SOLAR:
La luz solar es indispensable para el bienestar de las tortugas de agua comunes para permitirles utilizar adecuadamente el calcio, asimilar el alimento y sanar una variedad de rasguños y enfermedades de la piel. La luz solar que ha sido filtrada por un vidrio pierde su valor; le debe llegar directamente a la tortuga sin ningún filtro. Cuando ponga a la tortuga al sol, asegúrese de que hay algo de sombra disponible a la que escapar del calor, que en caso contrario la puede matar rápidamente. También esté atento a que el agua no se caliente demasiado por el sol. Luces ultravioletas A y B son buenos complementos a la luz solar directa. Requieren de una instalación para lámparas fluorescentes, y no generan calor para el asoleo. Si se desea, una lámpara de vapor de mercurio se puede utilizar para satisfacer todas las necesidades.

ALIMENTACN
La mayoría de las tortugas deben ser alimentadas en el agua, porque solo así pueden pasar la comida. Las tortugas comen una variedad de carnes magras crudas picadas y de vez en cuando verduras de hoja. Algunas pocas tortugas disfrutan de los plátanos. La dieta debe consistir en carne de res, pescado, mariscos frescos y procesados, lombrices, gusanos tubifex y artemia salina (“brine shrimp”)(para las tortugas bebé). A la comida le debe agregar calcio, harina de huesos y vitaminas líquidas o en polvo como suplementos. Se debe alimentar a las tortugas pequeñas una vez al día y a las más grandes por lo menos  tres veces por semana. Siempre retire la comida sobrante cuando la tortuga pierde interés en ella. Algunos criadores de tortugas prefieren alimentar a sus mascotas en un lugar distinto para facilitar la tarea de limpieza del tanque, pero algunas tortugas no aceptan comer cuando están fuera de su albergue. Se han logrado muchas mejorías en los últimos años con alimentos preparados de alta calidad. Muchas tortugas aceptan estos alimentos rápidamente y conforman una dieta equilibrada.

ENFERMEDADES:
La mayoría de las dolencias de las tortugas acuáticas y terrestres se deben a una dieta inapropiada y a la falta de luz solar. Toda tortuga enferma se debe separar de las otras tortugas y las tortugas nuevas se deben mantener aisladas durante tres meses por lo menos, observándolas para ver si aparecen síntomas de enfermedad antes de juntarlas con las otras. Los hongos se manifiestan como manchas blancas o grises, protuberancias o escamas en el caparazón y en las partes carnosas. Una buena forma de prevenirlos es agregando ¼ taza de sal común a cada 19 litros de agua. Los medicamentos para hongos que se venden para los peces tropicales se pueden utilizar en el agua. Los hongos en el caparazón se pueden tratar pintando con una solución de yodo al 5%, dejándola secar antes de volver la tortuga al agua. Se debe repetir el tratamiento en forma diaria. Es necesario tener agua muy limpia y luz solar para facilitar la curación, que puede tardar hasta un año en lograrse.

El caparazón blando y los ojos hinchados son señales de una dieta inadecuada y de falta de luz solar. Asegúrese de que la dieta contenga vitaminas y harina de huesos, y que la tortuga pase varias horas al día con luz solar sin filtrar (con una zona de sombra accesible para que la tortuga se pueda guarecer si necesario). Consulte de inmediato con un veterinario experimentado en tortugas para que le recomiende el tratamiento adecuado. Si necesita que le recomienden un veterinario, consulte con otro criador de tortugas, la Sociedad de Protección de Animales de su región, a un club local. Si está conectado con Internet, puede ir al sitio Locating a Veterinarian para encontrar un especialista en atención de reptiles que viva cerca suyo. O puede consultar con conocidos sobre algún veterinario en su zona que trabaje con tortugas.

Las tortugas son muy sensibles a enfermedades respiratorias causadas por corrientes de aire, cambios abruptos de temperatura y una dieta inadecuada. Los síntomas incluyen resollos y mucosidad o burbujas en la nariz. Se le debe proveer de un poco más de calor de lo normal, y tenerla tranquila para facilitar la recuperación. Si no mejora en poco tiempo, consulte con un veterinario. El tiempo es un factor crítico en las enfermedades de los reptiles y los anfibios porque para cuando aparecen los síntomas, es muy posible que la enfermedad haya llegado a una etapa fatal.

Lesiones en la piel causadas por mordidas, rasguños o cortes, se pueden tratar con un surtido de cremas y/o ungüentos antibióticos que le puede recomendar su veterinario. Ungüentos con antibiótico, solubles en agua, tales como el ungüento nolvasan, o la sulfadiazina de plata son las mejores, ya que no dificultan la curación como lo hacen los ungüentos aceitosos. NOTA: Cuando una tortuga se lastima, la TIENE que traer al interior de la casa para evitar que las moscas pongan sus huevos en la herida y se llene entonces de gusanos. Debe revisar las piedras para asoleo para ver si son demasiado filosas o ásperas y cambiarlas. Recuerde que las tortugas deben salir a la superficie de vez en cuando y pueden rasparse en las piedras.

¿Cuál es la situación actual de las tortugas marinas?

Todas las tortugas marinas que se
encuentran en las Américas están en
Peligro de Extinción o en Peligro Crítico de
Extinción, de acuerdo con la Lista Roja de la
Unión Mundial para la Naturaleza (UICN).
Existen numerosas entidades
gubernamentales y no gubernamentales
(ONG), que trabajan en la protección de las
tortugas marinas y sus hábitat. Además, se han firmado numerosos convenios relacionados con la protección de las tortugas
marinas, como la Convención sobre el  Comercio Internacional de Especies
Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), la cual prohíbe el comercio
internacional de todos los productos derivados de ellas. En el continente americano, en
mayo del 2001, entró en vigencia la Convención Interamericana para la Protección y
Conservación de las Tortugas Marinas (CIT). En la actualidad, once países forman
parte de esta convención y su rango de acción abarca todo el continente, incluidas
áreas terrestres y marinas. Su objetivo es  promover la protección, conservación y
recuperación de las poblaciones de tortugas marinas y de los hábitat de los cuales
dependen, implementando medidas armoniosas entre las naciones.
Actualmente están
desarrollando nuevas técnicas
en la pesca para minimizar la
captura incidental, desde los
DETs en redes camaroneras de
arrastre, hasta la creación de
nuevos anzuelos en la
pesquería de palangre.
También se han promulgado
leyes que protegen a las
tortugas marinas y se han
propuesto modelos de manejo
racional donde comunidades
costeras se han integrado a la
protección e investigación de estas especies, beneficiándose con la creación de nuevos
empleos.
Hasta la fecha se reconocen muchos esfuerzos hacia la protección y
conservación de las tortugas marinas y su hábitat; sin embargo, las tortugas marinas se
encuentran aún amenazadas con extinción, lo cual nos indica que todavía hay mucho
trabajo por hacer en la lucha por su conservación. ¡El futuro de las tortugas marinas
está en las manos de cada uno de nosotros!

Amenazas para su supervivencia

En sus primeras etapas de vida las  tortugas marinas presentan una alta
mortalidad tanto por amenazas naturales  y antropogénicas.  Los  huevos, durante su
incubación, son depredados por animales
silvestres y domésticos como: cangrejos,
zopilotes, mapaches, pizotes, perros y cerdos. Al
momento del nacimiento, las tortuguitas salen de
sus nidos y son presa fácil de cangrejos, aves y
peces, entre otros. En estado juvenil y adulto, la
cantidad de depredadores disminuyen con el
tamaño de la tortuga; sin embargo, son
ocasionalmente atacadas en el mar por
tiburones. Factores ambientales como cambios
climáticos, huracanes y erosión de la playa,
influyen negativamente la eclosión de los huevos
(el “nacimiento” de las tortugas).  Sin embargo,
el ser humano es el que genera el mayor
impacto. En el mar, se capturan para consumo de carne, huevos o la comercialización
de su caparazón, siendo víctimas de la pesca comercial y artesanal dirigida. También,
cada año mueren miles de tortugas por captura incidental ocasionada por la pesca de
palangre y agallera, entre otros. La contaminación por químicos, desechos sólidos y
líquidos, tanto urbanos como industriales constituye otra amenaza para ellas. En el mar
pueden ingerir bolsas plásticas, que son confundidas con su presa, tales como las
medusas. Además, son amenazadas por construcciones en la playa que reducen e
impactan su hábitat terrestre y generan contaminación lumínica.  El desarrollo turístico
no planificado pone presión en las áreas de anidamiento cuando no se cuenta con
guías entrenados que orienten e  informen a los turistas sobre los cuidados que deben
de tener cuando encuentren una tortuga.

Viajeras de los océanos y visitantes de nuestras costas

Las tortugas marinas poseen el rango más amplio de distribución de todos los
reptiles. Habitan en los océanos y en los mares tropicales y subtropicales de todo el
mundo. Algunas especies se desplazan hasta zonas templadas o sub-árticas, donde
desempeñan funciones importantes dentro de estos ecosistemas.
Las tortugas marinas realizan migraciones de miles de kilómetros a lo largo de
los océanos, desde las zonas de forraje y reproducción, hasta las playas de anidación.
Para realizar sus migraciones se piensa que utilizan diferentes mecanismos de
orientación, entre ellos: la detección  de campos geomagnéticos, información química
transportada por las corrientes  oceánicas, y la detección de la dirección de distintas
corrientes marinas y del oleaje. La tortuga laúd es la que realiza las migraciones más
extensas, con una distancia máxima reportada de casi 6000 kilómetros (Eckert, K.L.
et.al. 1988). Para conocer más sobre su comportamiento durante la migración, se handiseñados transmisores de satélite, los cuales
se fijan al caparazón de la tortuga. Por medio
de una pequeña antena se envían señales
cuando la tortuga sale a respirar. Estas
señales proporcionan valiosa información a los
científicos sobre las rutas de migración y las
áreas geográficas  donde se ubican las
tortugas cuando estas  se encuentran en
época de desove. Esto ayudará a mejorar su
protección fuera de las playas de anidación.

Especies de tortugas marinas que habitan el mundo

En el periodo Cretácico se establecieron cuatro familias de tortugas marinas: las
Toxochelyidae, Protostegidae, Cheloniidae y Dermochelyidae. Las últimas dos familias
son las únicas que sobreviven en el presente,  dentro de las cuales los científicos
reconocen siete especies distintas.
Familia Dermochelyidae: tortugas con caparazón sin placas o escamas; lo tienen
cubierto por una gruesa capa de piel parecida al cuero. Hoy en día está representada
por sólo una especie.
Tortuga laúd
ó baula
(Dermochelys
coriacea)
 
Es la tortuga marina más grande del
mundo, la cual llega a medir hasta 2.4
metros de longitud y pesar 500 Kg. o más.
Se alimenta principalmente de medusas.
Su color predominante es el negro con
algunas manchas blancas. Es la tortuga marina con la distribución más amplia: se
encuentra en todos los océanos templados o tropicales y llega, incluso, a aguas tan
frías de la sub-ártica. En las principales playas de anidación sus poblaciones se han
visto reducidas hasta en un 90% durante la última década (Chacón y Aráuz 2001). La
extracción de huevos en playas de anidación y la mortalidad de adultos provocada porpesquerías, son las principales causas. Hoy en día, según la Lista Roja de Especies
en Peligro de la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN), se encuentra en peligro
crítico de extinción.
Familia Cheloniidae: tortugas con caparazón con escudos o placas evidentes,
representada por 6 especies.
Tortuga Verde, Blanca o Negra
(Chelonia mydas)
Los adultos miden hasta 1.5 metros de longitud y llegan a  pesar más de 230 Kg. Es la
única especie herbívora entre las tortugas
marinas y se alimenta de pastos marinos y
algas. Debido a esta dieta, sus reservas de
grasa son de color verde, de allí su nombre.
Se distribuyen en océanos y mares de todas
las regiones tropicales del mundo y,
esporádicamente, en zonas subtropicales. En
el Atlántico la población de tortugas verdes ha
conservado una colonia de anidación grande y
estable en Tortuguero,  Costa Rica. En la
actualidad existe una tendencia positiva al
crecimiento en la población; sin embargo, aún
se mantiene el consumo de carne, grasa y la cosecha ilegal de huevos en el Caribe. Se
estima que se consumen por lo menos 11.000 tortugas al año (Chacón 2002).
Actualmente, según la Lista Roja, se encuentra en peligro de extinción.  En el
Pacífico Oriental se encuentra una variante de la tortuga verde llamada  tortuga negra,
la cual es más pequeña, mide entre 70 y 90 cm de longitud y pesa alrededor de 126
Kg. Es herbívora. Las principales zonas de anidación se encuentran en México y las
Islas Galápagos. La cosecha ilegal de  huevos y carne sigue siendo una de sus
principales amenazas. Sus poblaciones se han reducido drásticamente durante los
últimos 30 años (Chacón 2002).
  
Tortuga Carey
(Eretmochelys              
imbricata)
Las hembras adultas miden entre 60 y 95 cm
de longitud y pesan alrededor de 60 Kg. Su
caparazón está formado por placas
sobrepuestas de color café oscuro o café
amarillo ámbar. Se le encuentra en arrecifes
coralinos y se alimenta de esponjas, erizos de mar y anémonas. El diseño de las
mandíbulas, en forma de pico, le permite alcanzar el alimento situado en grietas de
rocas y corales. Según la Lista Roja, se encuentra en peligro crítico de extinción
ya que es capturada por su caparazón, de hermoso color y alto valor comercial,utilizado en la elaboración de joyería, marcos de anteojos, pulseras y espuelas, entre
otros. Tortuguitas y juveniles se disecan  también para ser vendidos como adorno y al
pene de los machos se le atribuye un valor afrodisíaco. Además, se consume su carne,
grasa y huevos. Es la más tropical de las tortugas marinas y se distribuye en el Caribe
y el Pacífico.
Tortuga cabezona ó caguama
(Caretta caretta)
Los adultos miden de 90 a 110 cm de longitud
y pesan hasta 180 Kg. Se distingue por su
cabeza y mandíbulas de gran tamaño. Su
alimentación se basa en invertebrados
marinos (cangrejos y mejillones, entre otros).
Se distribuye en zonas templadas, tropicales y
subtropicales de los Océanos Pacífico, Índico
y Atlántico y anida en diversas áreas del mar
Mediterráneo. La tortuga caguama prefiere las
playas de zonas subtropicales para anidar y
algunas de las principales playas se
encuentran en la costa Este de los Estados
Unidos. Es poco frecuente la anidación en
playas centroamericanas.  Según la Lista Roja, se encuentra en peligro de
extinción.
Tortuga golfina o lora
(Lepidochelys olivacea)
 
Mide entre 50 y 70 cm de longitud y pesa entre
35 y 50 Kg. Se alimenta de peces pequeños y
crustáceos. Se distingue por ser la única
tortuga que sale a poner sus huevos en
“arribada o anidación masiva” (miles salen en
forma sincronizada a depositar sus huevos en
la misma playa). En este evento pueden
participar entre 100.000 y 300.000 hembras. A
lo largo de la costa Pacífica de Centroamérica
existen varias playas donde ocurre este
fenómeno: Ostional y Nancite (Costa Rica),
playa La Flor y Chacocente (Nicaragua), e
Islas Cañas y la Marinera (Panamá) (Chacón 2002). Los huevos de tortugas lora son
considerados afrodisíacos, por lo que en algunos pueblos costeros su consumo se
encuentra muy arraigado dentro de la dieta. También anidan de manera solitaria desde
Guatemala hasta Panamá. Es la especie más abundante de tortugas marinas en el
Pacífico Oriental, pero se mantiene su estatus de  especie en peligro de extinción,
según la Lista Roja. Se les captura, en su mayoría, debido a la pesca incidental y al
consumo de huevos. Tortuga lora o kempi
(Lepidochelys kempii)
Al igual que la L. olivacea, desova en arribada. Alcanza una longitud de 70 cm y un
peso de entre 35 a 50 Kg. Se alimenta principalmente de crustáceos (sobre todo
cangrejos). Debido a que se le encuentra exclusivamente en el Golfo de México y en
aguas tropicales del Atlántico, es la  tortuga marina más escasa del mundo y está en
peligro crítico de extinción, según la
Lista Roja. Junto con la L. olivacea,  es
la más pequeña de todas las especies de
tortugas marinas. Sus poblaciones han
aumentado en la última década gracias a
los programas de conservación en playas
de anidación y a la utilización de los DET
(Dispositivos Excluidores de Tortugas, en
barcos camaroneros), que evitan la
captura y muerte de las tortugas.
Tortuga franca oriental o Kikila Australiana  (Natator depressus)
Como su nombre lo indica, sólo está presente en Australia.
Llega a crecer hasta un metro de longitud y a pesar 90 Kg. Es
carnívora y se
alimenta de erizos de
mar y medusas. La
Kikila Australiana tiene el caparazón de
forma muy aplanada. A diferencia del resto
de las tortugas marinas, esta especie no es
migratoria y cumple todo su ciclo de vida en
las zonas próximas a sus playas de
anidación. Según la Lista Roja, no existen
datos suficientes para conocer la condición
actual de esta especie.

el ciclo de la vida de las tortugas marinas

En sus primeros años se piensa que las tortugas marinas son solitarias, pero de
juveniles y adultas se congregan en los sitios de forraje (alimentación), apareamiento y
anidación. En términos generales las tortugas pasan la mayoría de su vida en el mar,
aunque las hembras salen a la playa a poner sus huevos periódicamente.  Los machos
pueden también emerger a la playa esporádicamente para regular su temperatura o
evitar encuentros con depredadores, aunque no existe absoluta certeza científica sobre
estas razones (Spotila, J.R. et.al. 1997).  
Ciclo de vida de la
tortuga marina
Todas las tortugas se reproducen por medio de fertilización interna.  Luego de
aparearse las hembras migran hacia las playas de anidación, generalmente a la misma playa donde nacieron. Se cree que ellas recuerdan su playa natal habiendo grabado en
su memoria durante su recorrido del nido hacia el mar factores químicos, físicos y otros
no conocidos hasta el momento. Cuando  están listas para poner sus huevos, las
hembras emergen en las playas tropicales, subtropicales o templadas, generalmente
de noche. Con sus aletas hacen una cama para acomodar su cuerpo en la arena.
Luego, con las aletas traseras excavan una cámara o hueco, en el cual, según la
especie, ponen entre 50 y 200 huevos por nido. Una vez que terminan de depositarlos,
los cubren con arena.  Una hembra usualmente no
anida en los años siguientes; tardará normalmente de
dos a cuatro años en regresar, con la posible
excepción de las tortugas lora. Según la especie, las
crías tardan entre 45 y 75 días en nacer. Los sexos de
las crías se determinan por la temperatura de la arena
durante la incubación las temperaturas altas producen
hembras y las temperaturas bajas producen machos.
Se cree que de las tortuguitas que emergen sólo una
de cada 1.000 sobrevivirá para llegar a la madurez.
Salen de sus nidos al anochecer o amanecer y se
dirigen directamente hacia el mar abierto, donde se
refugian en las corrientes oceánicos. Se sabe muy
poco de esta etapa de su vida, conocida como los
“años perdidos”.  La madurez sexual toma entre 10 a
50 años, dependiendo de la especie. No hay forma de
determinar la edad de una tortuga marina por su apariencia física. Se cree que algunas
especies pueden vivir más de 100 años.